¿Has visto el vaso medio lleno o medio vacío?
¿Con cuál te identificas?
¿Cuál es tu percepción de lo que pasa en ti y de lo que ocurre a tu alrededor?
Es importante que te detengas por un momento en este punto.
Porque si las situaciones que vives las percibes desde la carencia, puede que no estés valorando lo que sí tienes que es el medio vaso y estarás creyendo que llenando lo que te falta llegarías a ser más feliz.
Entonces andarías buscándolo con ansiedad, sin disfrute del proceso, sin amor, con queja caprichosa y cansona desde el “no tengo”, “no puedo”,” tengo que”, “me toca”, “me falta…” con solo una imagen en tu cabeza, el vaso lleno, y cuando lo alcances, que queda, cansancio y para entonces ya habrá otro vaso que llenar en algún otro ámbito de tu vida.
Pero si por el contrario lo observas desde el medio lleno, sabrás que cuentas con medio vaso, lo valoras, lo celebras, y vas tras el otro medio con optimismo, con buena energía, ya habías conseguido medio, claro que puedes obtener el otro medio una vez y otra más.
Y cuando lo logres celebrarás y compartirás no tu queja, sino tu felicidad con todos los que te rodean.
Y estarás listo para llenar otro vaso porque no será una obligación, sino será retador.
Escrito por: Jeannette Romero