Algo muy importante para amarte, y empezar a tener una excelente relación contigo mismo es: la alegría, esa capacidad de reír, de disfrutar de un momento, de una situación, de una broma o de un apunte, estando solo o acompañado. Se da naturalmente y se manifiesta con una sonrisa o una carcajada ante algo agradable que te ocurre.
Esa chispita sale e ilumina por un momento tu corazón y todo tu cuerpo llenándote de energía y ganas de expresar de todo lo bueno que llevas dentro.
Cuando sientes alegría no sientes miedo, ni tristeza ya que la alegría es la contraparte de estas emociones y logra alejarlas de tu vida.
La alegría también te permite valorar el momento en el que estas, el lugar en el que te encuentras, y con quienes te acompañan, así que es un gran apoyo para vivir en el presente que es donde realmente todo ocurre.
Encuentra esos momentos que te sacan esa maravillosa chispita, ya que no es necesario haberte ganado la lotería o viajar a ninguna parte del mundo para sentirte alegre, pues es una emoción con la que ya llegas a este mundo, lo único que necesitas es tu buena actitud y tu disposición para lograr sentirla, acrecentarla en ti y expandirla a todo y a todos los que se encuentran a tu alrededor.
Inicia un proyecto que te apasione, sal a caminar al parque o a una montaña, invita a un amigo a tomar algo, acepta esa invitación a bailar, haz algo nuevo y sentirás como los motores de tu alegría empiezan a encenderse.
Escrito por: Jeannette Romero